La baraja de cartas española es un conjunto de 48 cartas divididas en cuatro palos: oros, copas, espadas y bastos. Cada palo tiene 12 cartas, numeradas del 1 al 12, más tres figuras: el rey, la reina y el sota.
La baraja de cartas española se utiliza comúnmente en España, así como en otros países de habla hispana como México y Argentina, para jugar a una variedad de juegos de cartas, como el mus, el cinquillo, la brisca y el tute.
A diferencia de la baraja de cartas francesa, la baraja española no tiene cartas joker ni comodines. Sin embargo, algunas variantes de juegos de cartas españoles pueden incluir reglas especiales que permiten utilizar ciertas cartas como comodines.
La baraja de cartas española también se utiliza para realizar juegos de cartomancia o adivinación, como la lectura del tarot español. En este caso, las cartas tienen significados simbólicos y se interpretan de acuerdo a la posición en la que aparecen y a la carta que la rodea.
En resumen, la baraja de cartas española es un elemento fundamental en la cultura y tradición de muchos países hispanohablantes, utilizada para jugar, adivinar el futuro y entretenerse en reuniones familiares y sociales.
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